Human Unity Movement, HUM

 El Arte de la Guerra de Sunzi

 

Comienza así: 

      - La guerra es de vital importancia para el estado, el asunto de su vida o muerte. (Cap. I, Haciendo  planes, 1)

       - La ley causa que el pueblo esté en completo acuerdo con su líder, de modo que le siga sin importarle su vida. (Cap. I, Haciendo planes, 3)

         -Toda guerra está basada en la decepción (Cap. I, Haciendo planes, 6)

 

     La guerra es la "vida" del estado y el arte de la guerra es el arte del engaño (decepcion), según dice Sunzi, y muchos piensan que se refiere solo a engañar al enemigo, pero están en un error, pues la clave de la eficacia es que el pueblo entregue su voluntad y su vida al líder, por lo que el engaño principal es necesario ejercerlo sobre el pueblo al objeto de lograr de este el rendimiento máximo. Por eso, entre otros ejemplos, Sunzi dice:

 

      -Mantén tu ejército moviéndose continuamente y diseña planes enigmáticos. Lleva a tus soldados a posiciones en las que no hay escape y preferirán la muerte a huir. Si encaran la muerte no habrá nada que no puedan conseguir. Los oficiales y los hombres usarán su máxima fuerza. Los soldados en una situación desesperada pierden el sentido del miedo. Si no tienen lugar donde refugiarse, se mantendrán firmes. Si están en un país hostil, mantendrán un frente sólido. Si no esperan ayuda alguna, lucharán duro. (Cap. XI, Nueve Situaciones, 3)

        - Así que el general habilidoso conduce a su ejército como si se tratara de un solo hombre, queriendo o sin querer, de la mano. El negocio del general es estar callado y asegurar el secreto; correcto y justo, y así mantener el orden. Tiene que ser capaz de mistificar a sus oficiales y pueblo con informes y apariciones falsos y así mantenerlos en total ignorancia (Cap. XI, Nueve Situaciones, 5)

 

       Si, el mundo es un infierno en el que todos nos engañamos a todos y, por tanto, nada puede justificarse, tampoco el ordenamiento civil que, al tiempo que se constituye en el ordenamiento jerárquico, da lugar a las construcciones religiosas e ideológicas.

           A diferencia de China (en donde el estratega se dirige en privado al líder y por eso le dice la verdad), en otras partes del mundo, las civilizaciones más públicas, del libro o de la democracia, han optado por el auto-engaño para subestimar la vida para la guerra y cierto que una de las formas cómo el líder manipula al pueblo es aprovecharse de sus creencias, como escribe Maquiavelo, pero lo más habitual es que él líder mismo sea también un auto-engañado.

 

El Quijote

 

          La causa de la guerra son las armas, pues su actividad virtual, pero real, es forzarnos o violentarnos, por ese motivo la producción de armas es el fin supremo del ser humano en todo tiempo y lugar y todo lo demás le queda subordinado. Cervantes nos lo señala afirmando "que es lo mesmo las armas que la guerra", pues su simple presencia/existencia lleva a la confrontación independientemente de la voluntad y añade también que, "el cielo (las ideas) padece fuerza", refiriendo a que la clave última de las disparatadas figuraciones ideológicas o religiosas es su expresión de confesión o sumisión a esa fuerza o violencia que genera el arma a la que los sujetos se le someten o están dispuestos a unirse bajo una unidad de mando. (Discurso de las Armas y las Letras, I- XXXVII) No se trata, pues, de "hacer confesar" a otros, de luchar contra los molinos de viento, lo que solo son "apariencias", eso es regar fuera del tiesto y perpetuar la guerra.

 

La Paz Perpetua de Kant

 

         Ahora, nos servirnos de una reflexión de Kant para ilustrar este proyecto. Aunque pensador idealista, en tanto su propósito filosófico es "poner límites a la razón", logra cierta perspectiva humanista. En el último capítulo de su tratado sobre la paz perpetua establece 

 

         -"lo que podría denominarse 'fórmula transcendental del derecho público': Las acciones relativas al derecho de otros hombres son injustas si su máxima no acepta publicidad. Una máxima que no puedo divulgar sin contradecir mi propio propósito y tiene que quedar en secreto si quiere tener éxito; y, si no publicitarla sin excitar la oposición a mi proyecto, la universal y necesaria oposición que yo puedo prever a priori es debido a solo a la injusticia con que la máxima amenaza a todo el mundo. Este principio es solo negativo, solo sirve para el reconocimiento de lo que no es justo. Como un axioma, es indemostrable y cierto….".

 

         Y, en efecto, por otro lado

 

        - “no podemos inferior del modo opuesto que las máximas que son capaces de soportar publicidad son, por tanto, justas, ya que cualquiera que tiene decididamente superior poder no necesita ocultar sus planes”

 

          Así que propone un 

 

         - "principio transcendental del derecho público: Todas las máximas que necesitan la publicidad para lograr su finalidad están de acuerdo al mismo tiempo con el derecho y la política juntos....porque si es solo a través de la publicidad que son capaces de conseguir la finalidad que los mueve, es porque están de acuerdo con el fin general del público: la felicidad." 

 

         Es decir, si una propuesta lo único que necesita para conseguir su objetivo es la publicidad es porque contribuye al bien de todos y, en consecuencia, es de esperar que todos cooperen con ella.  

         Este planteamiento kantiano, sin embargo, solo puede ser válido para una iniciativa humana, mientras que los medios por los que el ser humano organiza su convivencia, los partidos políticos o, su referencia, los estados, están limitados por su marco parcial de referencia.

 

La humanidad

 

            - La respuesta a la inapelable realidad expuesta por El Arte de la Guerra fue la llamada, "política del amor universal", del maestro Mo, o Mozi, siglo IV a. C., quien declara mil veces que la causa del mal es la parcialidad. Pero a Mo no se le ha entendido correctamente, pues se ha tendido a buscar la similutud de su doctrina del amor con tantas connotaciones de este en Occidente, sin embargo, Mo no echa en falta "amor", que realmente emplea en el sentido de "cooperacion", o aún en un sentido más básico propiamente significa simplemente "tener en cuenta" (en sustitución de esta contra-natura limitación a nuestra "Insula", nuestro estado). Lo que nos falta no es amor sino simplemente universalidad, y así lo expone claramente Mo:

 

        -"Esto es así también entre ladrones y atracadores. Como aman a sus familias y no a otras familias, el ladrón roba a otras familias para beneficiar su propia familia, como ama a su propia persona y no a las otras personas, el atracador violenta a los otros para beneficiarse el mismo. La razón de todo este mal es siempre también el amor (solo que no universal). Esto es así verdad también en las agresiones mutuas entre las casas de los ministros y las invasiones mutuas de los estados de los señores feudales. Como ama solo su propia casa y no las otras, el ministro agrede a las otras casas para beneficiar la propia. Como ama solo su propio estado y no a los otros, el señor ataca los otros estados para beneficiar el propio. Estos casos muestran la confusión del mundo. Y cuando miramos a las causas encontramos que estas surgen del amor (solo que no universal)" (Libro IV - Amor Universal I,3 Web: ctext.org/Mozi)

 

          Quizás esto resulta tan obvio que precisamente por ello es necesario explicarlo. Así también dice Mo:

 

           - "El asesino de una persona es calificado de injusto e incurre en pena, puede ser de muerte. Siguiendo ese argumento, el asesino de diez personas será diez veces injusto y debería incurrir en diez penas. Todos saben que deben condenar esas cosas y calificarlas de injustas. Pero cuando se trata de la gran incorrección de atacar otros estados, no saben que hay que condenarlo, por el contrario lo aplauden y lo califican de justo. Y son realmente ignorantes de que es incorrecto, pues, en efecto, registran sus juicios para dejárselos a la posteridad. Si ellos hubieran sabido que eran injustos ¿Por qué registrarían sus falsos juicios para la posteridad?


              Finalmente, lo más grave en nuestra falta de entendimiento es nuestra manera de pensar idealista cuyo origen último es la propaganda. Así, por ejemplo, se puede ver que los estudiosos de Mozi se dedican a estudiar -como hemos visto ya que sin criterio- la definición de amor en Mozi, como buscando su concepto exacto para, en consecuencia, ponerlo en práctica, y de la misma manera la concepción idealista califica la filosofía china, y particularmente a Mozi, de filosofía moral pues su pensamiento es idealista, es decir; asumen que la idea, las palabras o el pensamiento es el fundamento de nuestro comportamiento o relaciones, algo ajeno al pensamiento realista de Mozi. Mo igualmente nos lo deja claro en muy diversas ocasiones y así, simplemente, continuando el párrafo anterior podemos leer:


       Ahora, si hubiera una persona que viendo algo pequeño negro dijera que es negro, pero viendo algo negro muy grande dijera que es blanco, tendríamos que decir que no sabe la diferencia entre negro y blanco. Y, si uno prueba algo amargo dice que es amargo, pero si prueba algo muy amargo dice que es dulce, tendríamos que decir que no sabe la diferencia entre amargo y dulce. Ahora, cuando se comete algo injusto la gente sabe que debe condenarlo, pero cuando se comete una terrible injusticia como atacar a otros estados, la gente no sabe que debe condenarlo. Al contrario, lo aplaude y lo considera justo. ¿Puede ser esto saber la diferencia entre los justo y lo injusto? Por lo tanto sabemos que están confundidos respecto a la diferencia entre lo justo y lo injusto. (Mozi - Condena de la guerra ofensiva I -2 Web: ctext.org/Mozi)

 

    No se trata, pues, de moralidad (que to el mundo es bueno, o es suceptible de serlo -que es lo mismo) de lo que se trata es de que nuestra CIRCUNSTANCIA, NUESTRA CONDICIÓN vivencial sea de universalidad y de esta circunstancia se generará la percepción de lo justo y de lo injusto sin confusión ni falsedades o disparates con la misma clara distinción como la tenemos ahora de lo dulce y lo amargo o de lo blanco y lo negro y, consecuentemente, nos permitirá y conducirá a vivir humanamente.

 

         Los filosofos chinos de su tiempo, como Mencio, los taoístas (para los interesados, o excépticos, les propongo la lectura del último capítulo del Zhuangzi, la Escuela de los Nombres, también eran realistas y entendían a Mozi perfectamente y reconocían explícitamente la certeza de su enseñanza, pero ante su incapacidad práctica en su tiempo y al hecho de que la guerra continuaba imparable e implacable, se expresan frente a Mozi, por ejemplo Mencio, señalando que "nunca ha habido sociedad sin estado" o los taoistas, como Zhuangzi, se refugian en la "no-acción", pues todo es guerra, y, desde entonces, los filosofos chinos simplemente asumen el papel de consejeros de estado (a excepción del taoísmo que se dirige también a las clases populares). Pero, sobre todo, el estado chino mismo una vez unificado pudo implementar la prohbición y el enterramiento con fiereza y saña del mohismo hasta nuestros mismos días, pues el estado advierte que la difusión de un entendimiento humano socava su inhumana potencia -y requiere militancia.

 

Sin embargo, con la globalización actual el tiempo está ya maduro para comunicarnos todos, sin perjudicar a una parte -aquella que se humanizase primero- y estamos en condiciones de poner en práctica la humanidad que es la humana unidad.

 

De modo que la tarea que tenemos por delante es difundirlo sin miedos ni dudas. La luz está encendida y no puedo por menos de concluir, pues, que me ayudes y que también lo difundas, que pases este vínculo a otros porque otro mundo -un mundo humano- está a nuestra vista y alcance.

 

Gracias.

 

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